lunes, 27 de abril de 2015

MANTENIMIENTO EN EL JARDIN

    Una vez ubicadas en el jardín las plantas florales anuales necesitan escasas tareas de mantenimiento

  Riego: depende de varios factores, entre los cuales podemos citar: la especie, la etapa de vida en que la planta se encuentra, el tipo de suelo, el clima, la exposición, el lugar donde se la cultiva (suelo, maceta, balcón, terraza, interior), etc.

    Los plantines requieren riegos frecuentes y regulares porque.
sus raíces son poco profundas,producen abundantes flores y la floración demanda mucha agua.

 La falta de humedad en el suelo retrasa el crecimiento y afecta la floración en tanto que el exceso produce a veces mayores daños que el déficit hídrico, ya que puede:


  • Favorecer el desarrollo del follaje en detrimento de la floración.
  • Crear condiciones que predisponen el desarrollo de microorganismos del suelo capaces de dañar las plantas.
  • Producir amarillamiento, caída de hojas y escasa floración.
  • Impedir que las raíces respiren correctamente. 
  • Lavar rápidamente las sales minerales del sustrato cuando las plantas se cultivan en contenedores.


    No se puede establecer exactamente con que frecuencia hay que regar, no existen reglas fijas para hacerlo. Los riegos se deben dar oportunamente cuando son necesarios.
    Los vegetales son seres vivos y sus necesidades de agua dependen, como ya se ha dicho, de varios aspectos que interactúan entre sí, pero todos necesitan riegos más frecuentes y abundantes durante las primeras etapas de su vida, luego, cuando sus raíces están correctamente desarrolladas, son capaces de aprovechar mejor la humedad y por tal razón sus requerimientos hídricos normalmente disminuyen.
    Para obtener plantines de excelente calidad es fundamental no mojar el follaje ni las flores al regar. Al hacerlo se evita que pétalos y hojas se manchen, decoloren o pudran; que las enfermedades se propaguen rápidamente y que los chorros de agua aplasten o quiebren las plantas.

Desmalezado: se deben retirar las malezas o malas hierbas para evitar que compitan con las especies anuales, mantener el orden y la limpieza del jardín.

 Control fitosanitario: la mayoría de los plantines anuales son resistentes a plagas y enfermedades cuando se encuentran en el jardín, en este sentido los mayores problemas que se presentan durante las primeras etapas de cultivo (siembra y repique), sin embargo es importante controlar periódicamente las plantas para detectar probables ataques de plagas o enfermedades.

 Fertilizaciones: una vez implantadas en el jardín, si el suelo es medianamente fértil y posee adecuado drenaje, las anuales no requieren aplicaciones periódicas de productos químicos pero responden muy bien a los tratamientos si estos se realizan correctamente.
 Para incentivar la floración de los plantines que se cultivan en el jardín es conveniente emplear productos que posean en su composición un porcentaje alto de potasio (K) y deben evitarse, para esta etapa, aquellos que contienen un alto nivel de nitrógeno (N) porque este elemento promueve el desarrollo vegetativo.

 Podas: la mayoría de los ejemplares anuales no necesitan ser podados debido a su corto tiempo de vida y a su escaso desarrollo; sin embargo suelen ser sometidos a:

Despuntes apicales: se realizan cuando las plantas son muy jóvenes y tienen aproximadamente diez centímetros de altura para eliminar la dominancia apical, estimular la ramificación lateral y obtener ejemplares ramificados y compactos desde la base. Ejemplo, alegría del hogar o malvones obtenidos a partir de esquejes en el ámbito familiar.

Poda de rejuvenecimiento: se practica para recuperar y estimular el crecimiento, la ramificación y una nueva floración de ejemplares que han florecido abundantemente y se hallan en etapa de declinación o senectud. Se trata de una poda drástica en la que las plantas se reducen a más de la mitad de su tamaño. Cuando se desea acelerar la entrada en producción de las plantas  podadas se recomienda fertilizarlas después que han brotado. Ejemplo, alegría del hogar, malvones y coralitos.

Poda de limpieza: consiste en eliminar hojas y flores secas para evitar que las plantas gasten energía en la producción de semillas, si es que no se desea cosecharlas. Con esta práctica los plantines se mantienen limpios, continúan floreciendo por más tiempo y conservan su vigor y belleza; al realizarla también conviene retirar, si los hubiera, los tallos secos, débiles y enfermos. Esta poda también contribuye a mantener la sanidad de la planta.

Poda de floración: es la que se realiza en algunas anuales para obtener floraciones abundantes y de excelente calidad. Ej. Dalias, crisantemos, claveles, etc.
             
                           

Vinca


Crisantemo
           
                                                       
                 

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